Como de costumbre salimos bien de madrugada. Gianni nos pasó a buscar a las 4.30. Yo me desperté a las 4 para terminar de escribir un par de cosas. Es decir que solo dormí dos horas, porque la experiencia de ir a Machu Picchu hizo que se tuviera que recuperar algo de tiempo perdido.
El camino entre Cusco y Arequipa fue muy rápido. De hecho unimos los 500 kilómetros en poco más de seis horas. Yo me puse atrás de la camioneta, por lo que dormí la mayor parte del tiempo. En realidad, sólo en los tramos que eran rectos y sin tantas curvas pronunciadas. Fueron pocos, por cierto, pero me permitieron descansar un poco.
Llegamos al Arequipa poco antes del mediodía y nos quedamos en el puente Ciudad de Dios, donde terminó el último prime de la etapa. La gente fue acercándose a medida que transcurría el tiempo. Poco antes de que comenzaran a pasar los pilotos que corren en Caminos del Inca ya había una multitud, que le puso colorido a la llegada de los competidores. La lucha entre Ricardo Dasso y Neto Jochamowitz es intensa. Nadie arriesga a un ganador.
Estamos alojados en el hotel Casa Andina, muy lindo por cierto. Todavía no sabemos a qué hora salimos para encarar el último tramo de esta extenuante competencia. Mañana hay descanso, pero tal vez utilicemos parte del día para viajar con rumbo a Lima, donde está la meta. Son mil kilómetros…
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